Nuestra Facultad de Ciencias de la Salud es la más reciente unidad académica de esta Universidad y su sede está en el Colegio San Luis de la Ciudad de La Plata donde intentamos continuar brindando una educación de calidad al servicio de los educandos como también en nuestra sede de Bahía Blanca.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”
Para ello es necesario contar con profesionales que aúnen además de su capacidad académica y científica un espíritu que ayude a acompañar los procesos de salud, no siempre complejos pero siempre importantes.
Como han explicado oportunamente, las autoridades proponen un proyecto en base a seis líneas de acción:
• La Universidad es la organización educativa más elevada en los países de occidente por lo que se exige una actuación con la máxima responsabilidad. Entendiéndose por esta virtud la capacidad de responder por los propios actos ante sí mismo, ante los pares, ante las autoridades y sobre todo ante Dios.
• De acuerdo al Estatuto es necesario trabajar con una metodología interdisciplinaria, constituyéndose este procedimiento en uno de los fundamentos de la formación universitaria.
• Como lo indica el marco normativo de la Universidad, debe considerarse a la Persona Humana en su dimensión integral, esto es: constituida por un cuerpo, una psique y un espíritu. Naturalmente tal persona actúa en una familia, esta se inserta en una comunidad y, finalmente, esta última interacciona con el medio ambiente.
• Debe prestarse atención a la aparición de nuevos paradigmas educativos. A los conocimientos que imponen los rápidos e inesperados avances de la ciencia y de la técnica, deben integrarse las necesidades de los estudiantes que hacia aquí confluyen y las de la sociedad que los cobija.

• El recurso tiempo debe ser utilizado con serenidad y presencia de ánimo, para ello hemos recurrido a la providencial advertencia de Juan XXIII: “Sólo por hoy me guardaré de las calamidades: la prisa y la indecisión”.
• Nos parece inútil y artificial el antagonismo creado entre la fe y la razón. Muy por el contrario y maravillosamente explicado en una Encíclica por Juan Pablo II, estos dos aspectos son complementarios y se ayudan mutuamente: “La fe y la razón (Fides et ratio) son como las alas con las cuales el espíritu humano se eleva a la contemplación de la verdad…”
Por ello, nuestra Facultad intenta ser un servicio efectivo a la educación y a la sociedad toda.